Premios Lucas 2023… Jurado en acción

Se inician las sesiones del jurado para elegir a los nominados a Premios Lucas 2023.

Durante la segunda quincena de octubre y noviembre, el jurado de la presente edición de Premios Lucas 2023 sesionará para dar a conocer el 14 de noviembre en el salón Arcos de Cristal del Cabaret Tropicana los nominados del actual ciclo.

Nuevamente, la responsabilidad corre a cargo de prestigiosos profesionales del gremio; encargados de seleccionar entre tres y cuatro audiovisuales por apartado. Para ello tendrán en cuenta creatividad, calidad estética, recursos innovadores, armonía con el producto musical; entre otros aspectos distintivos.

En esta oportunidad, la junta estará integrada por Joel del Rio, periodista y crítico de arte; Rudy Mora, director de tv; Víctor Rodríguez, realizador, especialista de efectos especiales y director de REMACHESTUDIO; Michel Pascual, realizador y editor; Yuris Nórido, periodista, fotógrafo, crítico de arte y jefe de redacción del Noticiero Cultural; Ileana Rodríguez, realizadora; Ángel Luis Villalón, periodista y crítico de arte; Roclan, coreógrafo y director de la compañía de ballet Revolution; Gretel Garlobo, musicóloga y productora ejecutiva; Jesús Rubio, realizador, animador cinematográfico, diseñador y guionista y Lied Lorain, periodista cultural.

Unos, estrechamente ligados al propio crecimiento del proyecto Lucas; otros de más reciente adquisición; todos, responsabilizados con un desarrollo palpable del audiovisual hecho en la isla.

A partir de sólidos criterios conceptuales y formales, este jurado es parte indispensable de los espectáculos que están previstos para los días 16 y 17 diciembre, fecha para la cual cada categoría se alzará con un triunfador.

El agradecimiento de Lucas a estos reconocidos profesionales que año tras año aceptan el reto de impartir justicia. A sus manos regresa la responsabilidad de ponderar las mejores propuestas audiovisuales, aquellas que en armónica confluencia de imagen y sonido hayan logrado redimensionar con mayor valor estético estas otras realidades que Lucas muestra, defiende y afirma.

Lucasnómetro 2023 llegó a su fin

Fotos: Roberto Ruiz/Lucas

El domingo 27 de agosto cuando en muchas ciudades cubanas se preparaban las actividades por el cierre del verano, en la concurrida esquina de 23 y L, fueron creadas todas las condiciones para celebrar la jornada final del Lucasnómetro 2023.

Entre los temores ante el azote de un mal tiempo, el Lucasnómetro no le temió a las inclemencias de la naturaleza, se previó una entrada aleatoria al cine-teatro Yara para decir adiós a un fin de semana que tuvo de todo.

Una sala totalmente abarrotada fue el escenario donde compartieron Dayany Gutiérrez, Javy Boy y Ottro, Bryan Sánchez, Alex Duvall, la orquesta Azúcar Negra, Arlenys Rodríguez, ,y como colofón Charles y Johayron, los chicos que se han mantenido por mayor tiempo en el primer escalón dentro de la historia del Lucasnómetro.

Momento muy agradecido resultó el segmento dedicado a los artistas noveles: Bryan, Javy Boy y Otto, presentes en el escenario, y otros intérpretes mostrados a través de la pantalla afirmaron cuanto crece el movimiento musical más joven cubano, cuan diverso, integrador y extendido se muestra, ajeno a veces a convencionalismos establecidos. Para todo ello,- siempre que para bien el audiovisual lo pondere desde formas estéticamente plausibles-, el Lucasnómetro podrá ser vitrina efectiva de cuanto bueno se produce y comercializa.

Un collage de temas respaldados por los videos de Alex Duvall y Charles y Johayron fueron solo una muestra de cómo el audiovisual, al tiempo que posiciona a un artista, define en el espectador gustos musicales y estéticos. El público, tras su complicidad, concedió más de una respuesta. El videoclip cubano ha fomentado una escala de aprendizaje y disfrute del que hoy hacen gala creadores, intérpretes y teleluqueños que han aceptado el reto.

Culminó esta fiesta de fin de verano y ya se prepara la nominación de los Premios Lucas 2023. Tal vez, algunos de los invitados en esta oportunidad no sean seleccionados por el jurado para concursar por el tan ansiado premio de realización; pero tal vez sí, y ojalá muchos repitan la oportunidad de defender su video frente a ese público en el teatro Karl Marx en el mes de diciembre. Ese mismo público que sin aparecer en las grandes encuestas, desde los canales Clave y Cubavisión también sigue la ruta del videoclip cubano.

Por el momento, y definitivamente, muchas gracias, público, por asistir durante estas tres jornadas al cine- teatro Yara. Fueron ustedes la otra parte indispensable del espectáculo, que por ahora se despide hasta las próximas jornadas, porque con Lucas siempre hay actividad.

Beatriz Márquez y Ángel Alderete regresan a Lucas tras la magia de Adolfo Guzmán

Apuntes sobre el más reciente videoclip de Beatriz Márquez, basado en la obra de Adolfo Guzmán.

Recientemente, fue presentado en el espacio Lucas el video clip No puedo ser feliz, un reencuentro entre Beatriz Márquez y Ángel Alderete, con la música de Adolfo Guzmán.

Un juego entre el blanco y negro llega de la mano de Alderete para mostrar el tercer audiovisual del fonograma Libre de pecado, que fuera Gran Premio Cubadisco en el año 2018. Esta relación cromática -especialmente distintiva en el modo de hacer de este maestro de la cámara- es el primer y gran acierto de esta propuesta audiovisual, por cuanto concede singular coqueteo entre pasado y presente, hecho que además sirve de anticipación a lo que acontecerá en la historia.

Dos personajes protagonizan una historia que termina en desamor y es justo la relación tempo-espacial lo que les descoloca; dejan de ser importantes hasta convertirse en nada, de ahí que un sitio vacío y el oleaje del mar que fotográficamente parece bañar el lugar que antes ocuparan, toma el real sentido de lo que fue y se perdió.

Una vez más, Beatriz Márquez regala a los más jóvenes, ese universo cancionístico poblado por imágenes que han distinguido el imaginario de varias generaciones; y del mismo modo Alderete se apropió de ellas para asumir un discurso visual donde prima la naturaleza. Ella se comporta como un personaje más dentro de la trama, que dialoga con los protagonistas: primero desde su posición de escenario donde se viven intensas emociones; y segundo, como una voz evocadora de estas.

El mar es el mayor recurso simbólico de la puesta que -por su valor de inmensidad- recrea en primer lugar la dimensión del amor de los protagonistas; y en un segundo y definitorio momento representa el gran dolor que significó la pérdida de la relación.

Frente a él, los personajes se confiesan amor eterno, y desde el énfasis en su aparición inmediata y constante es testigo del adiós.

La postproducción de este video favoreció el empleo de elementos como el nublado y el uso de los rayos, a modo de intensificación dramática. El nublado contribuye a acentuar la connotación de la pérdida amorosa, mientras la aparición de los rayos, justo en la línea melódica más compleja del texto, constituye el núcleo temático sonoro y el cambio de tono narrativo desde lo conceptual.

Un video donde aparentemente se cuenta de manera sencilla dos momentos de un amor, y donde el color solo se emplea alrededor de la intérprete como para otorgarle el rol de distanciada narradora de la historia, pareciese que fuesen los aciertos primeros de esta historia que en términos visuales crea en el espectador un conjunto de sensaciones, todas signadas por ese ser que ya no está.

Ese amor que a fuerza de faltar no deja ser feliz a sus partes, no obstante logra el efecto emocional contrario en quienes agradecemos el retorno de Beatriz Márquez y Ángel Alderete a la escena de Lucas, tras la magia de Adolfo Guzmán.

Hoy como ayer… Gabi regresa a Lucas

La joven intérprete Gabi Herrera, integrante del proyecto Vitrola Cuban mix, versiona el clásico Hoy como ayer de Pedro Vega, recreado por el lente de  Alejandro Pérez.

Este es el cuarto single del proyecto Vitrola Cuban mix que ve la luz. De la mano de Alejandro Pérez, Gabi, protagonista de otro tema emblemático de la música popular cubana, María Caracoles, ahora regresa con esta mirada al bolero que inmortalizara Benny Moré.

Según declaraciones de la propia intérprete en esta pieza— que fuera  grabada muy rápido y en la que ella adicionó toda una línea melódica al original— se sintió más ella, por la letra, el tono y atmósfera intimista que se logró. “Estoy mucho más en mi zona de confort, el tema me permitió sacar un pedazo de mí y dejarlo al desnudo”, refirió la cantante.

Una  vez más el blanco y negro reina como eje conceptual de una propuesta que coquetea, por momentos, con la atmósfera  bohemia de los años cincuenta. La Habana de noche, el uso de un auto de época en la que se mueve una protagonista en traje de noche y tenis, elementos que adornan ese hecho añorado de vivir de un recuerdo que constantemente se hace presente. En esa dualidad lograda a nivel de imagen (esencialmente el vestuario) también se encara la idea de conjugar en un solo tempo (narrativo y de vida) la esencia del texto.

Ese perpetuar el amor en una atmosfera vívida donde no se explicita el ser amado, sí se reafirma la esencia de universalidad de un discurso visual que se alejó de zonas comunes para insertarse en una búsqueda atemporal.

Una protagonista  juega entre lo  sensual y lo tierno; una cámara  busca y logra plasticidad en la aprehensión visual, un texto visual donde la alegoría de transgredir el tiempo se manifiesta a través de una toma bajo el agua, son todos ellos elementos que completan ese tiempo narrativo reiterado que se afirma en ese correr la más absoluta sensación de felicidad.

Entonces, otra vez ese andar pudiera traducirse en una especie de monólogo interior y nuevamente la ciudad aparece como espacio físico y sicológico de la secuencia emocional de la protagonista, develada a través de una cámara equisciente que adquiere alto valor narrativo.

Modo de interpretar y realizar atemperado al pop más contemporáneo para una canción de siempre, y en consonancia un video que interpela al receptor al hacerlo compartir vivencias propias; emociones tan esenciales tanto hoy, como ayer.

“Amor de verdad” se presenta en Lucas

Luego de una primera experiencia junto a José Rojas el pasado año, el dúo Javy Boy y Otto regresa a Lucas con su propuesta Amor de verdad. Como es habitual, presentan un tema de su autoría; pues son unos chicos que no paran de crear, a la vez que impulsan su carrera con propuestas apegadas a una visualidad pop que muy bien les funciona.

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Mujeres todas…Ay Mamá Inés, al estilo de La Valdés

La figura femenina es siempre un atractivo dentro de cualquier propuesta audiovisual. Son muchos los rostros de féminas que desde la actuación le conceden un toque muy especial. Algunos de ellos, sin dudas, resultan Yeni Soria, Yia Camaño, la intérprete Ivette Cepeda que desde su rol de intérprete junto a la primerísima actriz Odalys Fuentes constituyeron un excelente dueto en la propuesta País.

Del mismo modo, dentro de la música popular bailable nombres como Hayla María Mompié, Vania Borges han dejado su impronta, incluso, trascendido su zona de confort para ofrecer otros matices a su propuesta artística.

En este ciclo 2023, Janet Valdés se suma a la nómina de féminas dentro del video clips y repite con acierto su presencia en Lucas. En esta ocasión con el estreno de su propuesta “Ay mamá Inés”, el clásico de Eliseo Grenet que, desde su voz y concepción, aparece en la escena cubana e internacional con una visión inclusiva y sumamente contemporánea.

Como parte de su fonograma Ay mamá Inés, Llegó la Valdés— a cargo del sello de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem) y bajo la producción musical de Alejandro Meroño— el video clip “Ay mamá Inés” está dirigido por la creadora May Reguera. Con esta artista de la imagen la intérprete asume un ciclo de trabajo que responde a este fonograma; y en explícita definición de este binomio creativo asegura que es un placer acompañar a una artista en todo el viaje de la creación: desde el diseño e imagen del mismo, luego en el producto fonográfico, hasta las concepciones estéticas que se manejarán en la promoción.

Y en efecto, el audiovisual “Ay mamá Inés” es una excelente muestra de ello. Detrás del uso del color, la luz, el empleo de los primeros planos en el manejo de una fotografía precisa, afirma la idea de una mujer singular en la medida en que incluye a otras muchas. Mujeres de diferentes segmentos etarios, joven, madre, anciana, todas símbolo de fertilidad, maternidad, cabeza de familia: un conjunto de condiciones vistas y aprehendidas a partir del trabajo de los rostros, en la búsqueda de sus sonrisas, que más que modelar muestran su condición más plena. Una mujer que afirma el orgullo de lo negro como esencia, más allá de la tez, sino como proceso de transformación y cimiento de una mejor sociedad, necesariamente inclusiva.

Detrás de un pelo rizado dentro del cual caben todas las protagonistas se afirma una raza común, que es la propia condición de ser mujer. Lo inclusivo en ella también se enaltece en el respeto a sus raíces ancestrales de tipo, folclóricas, étnicas y culturales.

El empleo de la calabaza que, desde el imaginario religioso- popular se asocia con la fecundidad y lo sensual, a partir de un valor simbólico también amplifica la idea de una mujer que se universaliza. Con la frase icónica “todos tomamos café” se trabaja el concepto de ese tronco común en que, en este caso, cada rostro se ramifica hacia un punto de belleza, igualdad e interrelación.

Por otra parte el énfasis del color rojo incrementa esa idea de fuerza, vitalidad y valor que reúnen cada una de estas hacedoras de vida. Elemento este prioritario dentro de la secuencia discursiva de la propuesta.

Este universo conceptual encuentra en la voz de Janet Valdés la fuerza melódica que nace del respeto a lo auténtico, lo genuino. Con una versión en la cual la luz dimensiona los rasgos de belleza de cada rostro diferente en su justo valor, también los cambios de accionar de la protagonista enmarcados en sus variaciones sicológicas se complementan perfectamente con lo diferenciado del vestuario, el maquillaje y la peluquería. Cada uno de estos elementos acentúan la idea de enfatizar cuanto une la propia diferencia.

El fonograma Ay Mamá Inés. Llegó La Valdés fue presentado en plataformas digitales en el mes de febrero y físicamente el 8 de marzo de 2021, como regalo por el Día Internacional de la Mujer. Qué bueno vuelva a ser esta fecha la que motive a configurar estas sencillas líneas para regresar sobre esta propuesta. Esta vez a partir de un audiovisual que, por su calidad musical y acabado estético, dignifica la fecha.

La mujer desde una visión integradora se va mostrando desde amplias posturas y entre May Reguera y Janet Valdés se ha creado esa química para visibilizar el género por encima de estereotipos. Recordemos por qué no, su Drume negrita, resultado de ese dueto que ahora nos regala una “Mamá Inés” de estos y para todos los tiempos: mujeres vistas y sentidas al estilo de La Valdés.