“Te quiero tanto” diálogo entre Beatriz Márquez y Adrián Berazaín

Un tema de Adrián Berazain jnuto la Musicalísima Beatriz Márquez, una realización aparentemente sencilla con un mundo interior gigante.

Así me atrevería a calificar la más reciente propuesta dirigida por Alina Anca que une a estas dos voces de la escena musical cubana. Regresa, como es frecuente en Berazaín, el amor como centro de una historia contada a modo de un plano secuencia en el cual se remedan los momentos vividos desde la más absoluta intimidad.

Además de la presencia en primeros planos de los intérpretes, el tratamiento de una atmósfera de sobriedad, así como el cuidado en lo interior, a modo de representar el universo de los sentimientos, son elementos importantes a hacer resaltar dentro de ese material en el cual el rasgo cronotópico constituye un personaje más dentro de la historia contada.

Foto: Roberto Ruiz

Tal y como refiere el productor de este video, Boby Estany, si bien por una parte se enfatiza en el amor perdido y solo traído desde el recuerdo, el audiovisual también “aplaude el respeto, intergeneracional”, esa capacidad del amor de borrar cualquier imposible”, a lo que añadiría a través de la impresión del material, que privilegia esa necesidad de refugio de uno en el otro como abrazo y a la vez abrigo.

“Te quiero tanto” es uno de los temas de la telenovela cubana El rostro de los días, y desde entonces tuvo que pasar por la prueba de crecer, en tanto se transformó de motivo incidental dentro de un dramatizado, a una canción completa. Ese fue el primero de los desafíos que hubo de sortear Berazain. Si a eso se suma que a la maestra Beatriz Márquez, le agradó muchísimo desde la primera vez que lo escuchó, al punto de comentárselo y de querer, por tanto, interpretarlo a dúo con él, es ya la pizca de mayor suerte con que corrió la canción. Un texto de estructura sintáctica sencilla, con imágenes que bordean lo cotidiano, crece justamente en la medida en que los símbolos gráficos la convierten en una gran pieza.

Foto: Roberto Ruiz

De ahí que para Alina Anca, fuese imprescindible crear un material glamuroso, un tanto vintage en cuanto a tratamiento de mobiliario y espacial para crear toda una ilusión cinematográfica. Entonces la magia se inicia con la inserción tipológica de la propuesta, luego la fotografía— completada con el cuidadoso trabajo de iluminación— cierra un audiovisual muy bien pensado en función de  “jugar” con las emociones desde lo íntimo.

Cada uno de los elementos formales no solo intensifican en los rasgos faciales en busca de la expresión sicológica, sino también, redundan en esa capacidad que tiene el escenario físico en convertirse en espacio sicológico, y como tal en esta propuesta se logra.

Es una gran escena en que todos los elementos dialogan armónicamente para complementar la existencia de los personajes. La cámara omnisciente se encarga de recorrer el espacio como parte de las respuestas que trae intrínseco el tema, en tanto estos se muestran vacíos, amén de la presencia sonora constante de los protagonistas.

Como parte del fonograma Julián, el tema “Te quiero tanto”, puede traerle a Berazaín muchas más agradables sorpresas, pues independientemente de su aceptación como tema musical, su registro audiovisual demuestra el por qué tal y como dice el estribillo: “se me olvida que te quiero tanto, si tú eres vida cada vez que canto”.

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