Sobre el videoclip “Si no te quedas hoy” el primero de César Acosta
Perderle la pista a un colega de universidad a largo plazo puede devenir en sorpresas. Así me ocurrió con el primer videoclip de Daulys César Acosta, quien ha decidido usar su segundo nombre como marca para su carrera musical. Un amigo en común me comenta: ¿te acuerdas de Daulys el muchacho que cantaba en la facultad? Claro, le dije. Pues tiene un videoclip. Ah, como solista, le respondí, activando enseguida ese recuerdo universitario de verlo cantar en solitario con su guitarra, al mejor estilo trovadoresco en festivales y eventos. No, tiene su propio grupo. Le pedí el videoclip y aquí estoy disfrutando su audiovisual con la satisfacción de que no haya desistido de la música a pesar del tiempo y los avatares.
“Si no te quedas hoy”, dirigido por Mauricio Figueiral y debut de César Acosta en el clip cubano, toma como escenario fundamental el restaurante Antojos y las calles de la Habana nocturna. En tal sentido resulta interesante como la ciudad se contagia del baile y ritmo que trae el tema musical. La Habana cobra un sentido otro; de espacio propicio para la alegría, la diversión y la reunión de amigos. Me llama la atención que esa defensa de la amistad es también el espíritu de César, al menos yo, lo recuerdo así, rodeado de amigos.
Por otro lado, en consonancia con esa mezcla española y cubana que le escucho defender a la canción, el audiovisual utiliza primeros planos para los instrumentos musicales: guitarra, cajón y trompetas (con predomino de la primera), los cuales articulan un diálogo con los bailadores, el propio cantante-actor y todos los personajes que participan en el clip.
La fotografía del material, en manos de Yunier Mentado se apoya en encuadres grupales donde se hace visible la felicidad. Personas que bailan y cantan en nuestra Habana nocturna configuran la atmósfera festiva que distingue toda la narrativa audiovisual. La combinación de locaciones interiores y exteriores otorga dinamismo a la puesta escena en su totalidad. Salir a bailar a la calle es el colofón de una alegría contagiosa que se comparte, y por consiguiente, se magnifica.
Por último, me gustaría resaltar ese sentido un tanto publicitario que tiene el clip, no solo por usar como locación principal un restaurante, sino por hacer alusión directa a sus productos; en este caso refrescantes bebidas que aparecen indistintamente a lo largo del video. Y en igual sentido, el hecho de relacionar el lugar Antojos con la alegría, los amigos y la nocturnidad termina por articular un discurso publicitario subliminal, pero sin dudas, muy presente. Difícilmente pasen inadvertidas las copas sobre la mesa rodeada de amigos y ese fragmento pegadizo que asegura: si no te quedas hoy, te quedarás mañana.