La figura femenina es siempre un atractivo dentro de cualquier propuesta audiovisual. Son muchos los rostros de féminas que desde la actuación le conceden un toque muy especial. Algunos de ellos, sin dudas, resultan Yeni Soria, Yia Camaño, la intérprete Ivette Cepeda que desde su rol de intérprete junto a la primerísima actriz Odalys Fuentes constituyeron un excelente dueto en la propuesta País.
Del mismo modo, dentro de la música popular bailable nombres como Hayla María Mompié, Vania Borges han dejado su impronta, incluso, trascendido su zona de confort para ofrecer otros matices a su propuesta artística.
En este ciclo 2023, Janet Valdés se suma a la nómina de féminas dentro del video clips y repite con acierto su presencia en Lucas. En esta ocasión con el estreno de su propuesta “Ay mamá Inés”, el clásico de Eliseo Grenet que, desde su voz y concepción, aparece en la escena cubana e internacional con una visión inclusiva y sumamente contemporánea.
Como parte de su fonograma Ay mamá Inés, Llegó la Valdés— a cargo del sello de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem) y bajo la producción musical de Alejandro Meroño— el video clip “Ay mamá Inés” está dirigido por la creadora May Reguera. Con esta artista de la imagen la intérprete asume un ciclo de trabajo que responde a este fonograma; y en explícita definición de este binomio creativo asegura que es un placer acompañar a una artista en todo el viaje de la creación: desde el diseño e imagen del mismo, luego en el producto fonográfico, hasta las concepciones estéticas que se manejarán en la promoción.
Y en efecto, el audiovisual “Ay mamá Inés” es una excelente muestra de ello. Detrás del uso del color, la luz, el empleo de los primeros planos en el manejo de una fotografía precisa, afirma la idea de una mujer singular en la medida en que incluye a otras muchas. Mujeres de diferentes segmentos etarios, joven, madre, anciana, todas símbolo de fertilidad, maternidad, cabeza de familia: un conjunto de condiciones vistas y aprehendidas a partir del trabajo de los rostros, en la búsqueda de sus sonrisas, que más que modelar muestran su condición más plena. Una mujer que afirma el orgullo de lo negro como esencia, más allá de la tez, sino como proceso de transformación y cimiento de una mejor sociedad, necesariamente inclusiva.
Detrás de un pelo rizado dentro del cual caben todas las protagonistas se afirma una raza común, que es la propia condición de ser mujer. Lo inclusivo en ella también se enaltece en el respeto a sus raíces ancestrales de tipo, folclóricas, étnicas y culturales.
El empleo de la calabaza que, desde el imaginario religioso- popular se asocia con la fecundidad y lo sensual, a partir de un valor simbólico también amplifica la idea de una mujer que se universaliza. Con la frase icónica “todos tomamos café” se trabaja el concepto de ese tronco común en que, en este caso, cada rostro se ramifica hacia un punto de belleza, igualdad e interrelación.
Por otra parte el énfasis del color rojo incrementa esa idea de fuerza, vitalidad y valor que reúnen cada una de estas hacedoras de vida. Elemento este prioritario dentro de la secuencia discursiva de la propuesta.
Este universo conceptual encuentra en la voz de Janet Valdés la fuerza melódica que nace del respeto a lo auténtico, lo genuino. Con una versión en la cual la luz dimensiona los rasgos de belleza de cada rostro diferente en su justo valor, también los cambios de accionar de la protagonista enmarcados en sus variaciones sicológicas se complementan perfectamente con lo diferenciado del vestuario, el maquillaje y la peluquería. Cada uno de estos elementos acentúan la idea de enfatizar cuanto une la propia diferencia.
El fonograma Ay Mamá Inés. Llegó La Valdés fue presentado en plataformas digitales en el mes de febrero y físicamente el 8 de marzo de 2021, como regalo por el Día Internacional de la Mujer. Qué bueno vuelva a ser esta fecha la que motive a configurar estas sencillas líneas para regresar sobre esta propuesta. Esta vez a partir de un audiovisual que, por su calidad musical y acabado estético, dignifica la fecha.
La mujer desde una visión integradora se va mostrando desde amplias posturas y entre May Reguera y Janet Valdés se ha creado esa química para visibilizar el género por encima de estereotipos. Recordemos por qué no, su Drume negrita, resultado de ese dueto que ahora nos regala una “Mamá Inés” de estos y para todos los tiempos: mujeres vistas y sentidas al estilo de La Valdés.