“El video clip es un género que cuenta con todo mi respeto y siempre significa un reto creativo”. Así asegura Pablo Massip, creador que, con acierto, ha llegado al Proyecto Lucas con sugerentes propuestas. Este artista para quien el universo de la cámara ha formado parte de sus juegos de infancia, fantasías de adolescente y proyectos de actual madurez, ha encontrado en el audiovisual
el asidero necesario para mostrar lo que él mismo define como su verbo interior, buscar, solo que llegado este momento de trabajo, considera que pudiera ser el encontrar, la nueva ventana por la que afloran sus rumbos inmediatos.
Massip, cuya carrera ante el lente se ha visto comprometida, primero, con temáticas vinculadas a la ciencia y la técnica, al formar parte del equipo de video del CITMA, y para quien la arista histórica, además de herencia, constituye una posición ética ante la vida, también debe al Proyecto Lucas la socialización de un conjunto de realizaciones de corte cultural. Propuestas que han sido nominadas a premios que, dada su repercusión artística, definitivamente, engrosan la nómina de la memoria histórico- cultural de la isla.
Para el creador del audiovisual Me dicen Cuba, popularizado por Alexander Abreu y Havana D primera, realización documental dentro del propio clip, ha sido de gran provecho moverse en los últimos tiempos dentro de las creaciones de música de concierto. Arista que no siempre encuentra en los medios todo el realce que merece, a pesar de la calidad que propone. A cargo de ALMAR Producciones, Massip y su equipo han asumido gran parte de esa responsabilidad y destaca la más reciente trilogía de trabajos que abarcan las personalidades de los maestros Huberal Herrera, Guido López Gavilán y Roberto Valera.
Sobre estas producciones nos comentó: “Ante todo considero que el video clip es el género donde más se practica la forma de hacer cine en televisión, en tanto propone una interpretación de la música, permite crear tomando en cuenta la sonoridad e ideas del músico y a partir de ahí comenzar a volar. Para todo eso tienes que apoyarte en una buena fotografía, iluminación, maquillaje, escenografía, vestuario, dirección de actores, o no, porque pueden ser únicamente extras, por todo esto y más, el video clip se convierte en la expresión más concentrada del quehacer cinematográfico. Un video clip que dura, por lo general, lo que transcurre la propuesta musical, entre 3 a 5 minutos aproximadamente. Por tanto, es un género que sobre la síntesis comunica, y esto siempre significa un reto”.
- Partiendo de estas valoraciones. ¿Cómo te enfrentaste a estas recientes producciones?
“Lo primero es que las tres producciones que mencionas han sido videos hechos por encargo, aun cuando he realizado muchas más. Pero en especial estas, cuando me “enfrenté” al maestro Huberal Herrera con la pieza Aragón dije: Lecuona, imagínate tú, y de pronto ver frente a mí a este hombre de 93 años que interpreta como si fuera el propio Lecuona porque lo vive, lo siente como tal, fue una experiencia maravillosa. Huberal pese a sus años es una persona con gran energía que repitió una y otra vez la interpretación siempre que le pedíamos ajustar algún detalle de la realización. De ahí que para mí sea tan importante el contacto con el músico, descubrir como este valora el tema, por qué la compone o ejecuta de una u otra manera, y todo eso trato de mostrarlo en el video clip.
“Con el maestro Guido asumimos una pieza coral que él llevó a música de concierto Qué rico eh, su título. Un homenaje a Pérez Prado y a Benny Moré que como ejercicio creativo fue todo un divertimento a la hora de realizarlo.
La pieza Sonatonga nos unió al maestro Roberto Valera, se trata de un fragmento de una obra sinfónica de su autoría donde se combina la sonata con la conga. Como ves son tres formas diferentes de hacer música, de componerla; de acercarse a distintos géneros y formatos musicales, maneras diferentes de ejecutarla y dirigirla pero hay algo que las une e, irremediablemente, me hace sentir muy orgulloso de haber podido trabajar con estos músicos, y es la cubanía que se respira en todos ellos.
“A mi juicio no hay nada más importante a la hora de acercarte a la obra de estos grandes de nuestra cultura que el orgullo de sentirse cubano, y no lo digo por falso nacionalismo o chovinismo, sino porque fue lo que sentí por dentro a la hora de trabajar con estos hombres y sus creaciones. Fue muy importante, desde sus obras y posturas, descubrir y sentirme orgulloso de ser cubano.”
Es Pablo Massip un creador que logra jugar con los elementos simbólicos como parte de sus tantas sugerencias narrativas. Encontrar en el uso de la luz, por ejemplo en Aragón, el vestuario y maquillaje en Qué rico eh o la danza en Sonatonga, recursos que dialogan de inmediato con el público son algunos de los rasgos que van definiendo su manera de hacer. Y qué bueno que sean videos así que por su dinámica acerquen al televidente a una música a la que únicamente no haya que acceder desde una sala de concierto.
Nos refería Massip que el tema Me dicen Cuba, había logrado más de 10 millones de vistas en Youtube, y a la complacencia que puede significar un hecho así puede sumarle el saber que desde su compromiso con lo que somos, también de su cosecha y con una excelente factura, otros nos hablan de Cuba, ya sea desde un mambo, una elaborada conga o al enaltecer al músico cubano más internacionalmente reconocido, Ernesto Lecuona.
Y como la relación con el audiovisual en él se amplía cada vez, nos adelanta:
“Bueno, entre los proyectos de videos clips que tenemos, estamos trabajando ahora mismo en uno de Portillo, un tema que se llama Qué es lo que es y forma parte de su más reciente producción discográfica, El que fue a Mantilla. Hay otro video sobre el tintero que es sorpresa”.
Así, en espera de que sea develada pronto, ALMAR Producciones teje un compromiso con la cultura cubana y el videoclip es un excelente medio para tales fines: esa concreción cinematográfica conceptual, estética y expresiva va marcando un estilo desde la mirada de Pablo Massip junto a su equipo.