Sobre las razones para premiar a la TV Serrana te invitamos a leer este texto
Es muy probable que los pobladores de la comunidad San Pablo de Yao, en Buen Arriba, provincia Gamma no imaginaran lo trascendental de aquel 15 de enero de 1993, cuando Daniel Diez (Premio Nacional de Televisión, 2015) los hiciera partícipes activos de la fundación de TV Serrana (TVS). Durante treinta años, el proyecto comunitario de video y televisión establecido en las montañas de la Sierra Maestra le ha tomado el pulso a la cultura local y ha reflejado los intereses de las comunidades rurales. Daniel Diez, quien hace unos días nos dijo “hasta pronto” en esta vida y se fue a fundar a otro sitio, dejó una huella profunda y perecedera en las montañas de la Sierra. Sirva este trabajo también como agradecimiento por su entrega e impulso a la Televisión Serrana
Pensar en ella significa construir realidades sociales, entenderlas y reflejarlas en los medios de comunicación desde la vida de los habitantes que la hacen posible. Para los pobladores de la Sierra, TVS constituye un vehículo de comunicación donde canalizar y expresar sus principales problemáticas socioeconómicas, es esa alternativa que da voz a campesinos, niños, mujeres y población en general de las zonas más intrincadas de Cuba. Pensar en TV Serrana remite, inequívocamente, a la impronta de los documentales de Santiago Álvarez; a la historia que narra “Ociel del Toa” (1965) o a la didáctica de un documental como “Coffea Arábiga” (1968). Visibilizar la identidad del campesino cubano y las esencias de la vida rural están en el centro de las producciones audiovisuales de TV Serrana.
La vida en San Pablo de Yao es testimonio o documento audiovisual. A veces, resulta difícil discernir si lo que los ojos captan se ha visto en el cubículo de edición, tras el lente de la cámara de video o se ha vivido en la calle. Los protagonistas saltan de la realidad a la pantalla y también viceversa: la señora que cultiva su jardín, el campesino que madruga y amanece arando la tierra, el médico, el herrero, la espiritista del pueblo, el maestro, el niño que va de camino a la escuela. Cubanos que (con)viven dentro y fuera de la pantalla sin asumir las cámaras como objetos extraños. En TV Serrana está el alma de la vida cotidiana mostrando sus facciones sin maquillaje, con la sinceridad feliz de quien no tiene miedo o prejuicio de mostrarse tal cual es.
Con más de cuatrocientos documentales, reportajes, video-cartas, informaciones, spots y un Centro de Estudios para la Comunicación Comunitaria (CECC) basado en el principio de educar para la comunicación donde se le brinda a los habitantes las herramientas y técnicas audiovisuales necesarias para que facturen sus propios productos comunicativos, TV Serrana mantiene relaciones con la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños y los materiales extienden su alcance no solo como parte de la programación de los Telecentros del país, sino más allá de las fronteras nacionales.
Premios en el Festival de la Radio y la Televisión Comunitaria de Ecuador, los entregados por la UNICEF y la FAO en el Festival Agrovideo, premio a Mejor documental de Latinoamérica en la V Olimpiada Internacional de Video de Sudáfrica, Premio “Por un mundo de paz”, en el Young Festival de Holanda y un sinnúmero de reconocimientos a nivel nacional, entre ellos en el Festival Imago, El Almacén de la Imagen, Premio Caracol de la UNEAC y en el Festival de Cine Latinoamericano de la Habana, avalan un camino de quehacer audiovisual que no ha sido fácil y mucho menos lineal. Eso sí, la TV Serrana ha mantenido la premisa de comunicar desde las esencias de la vida rural en Cuba. Es en este punto donde quizá confluyen la TV Serrana y el Canal Clave de la Televisión, dos iniciativas aparentemente tan distantes.