Valoración sobre el más reciente audiovisual de Alan Perugorría, “Manteca 2.0”, basado en el tema homónimo, clásico de la música popular cubana; y que en este 2023 aspira al Premio como Mejor Video del año en Lucas.
El tema musical es un homenaje a la grabación y lanzamiento original de “Manteca” de Chano Pozo y Dizzie Gillespie en el año 1947 y al histórico barrio habanero de Cayo Hueso. Idea de Andrés Levin, y con producción musical de Alain Pérez, la propuesta audiovisual revisita, reposiciona la década del cincuenta y lo hace desde la estética del blanco y negro para marcar un pasado con total incidencia en el presente.
Así fue asumida la historia por el joven director Alan Perugorria, con este tema que es el nuevo sencillo de Andrés Levin en que intervienen Los Van Van, Alain Pérez, coproductor del mismo; Pedrito Martínez, Yissy García, Gonzalo Rubalcaba, Rashawn Ross y Ron Blake. Todos músicos con historias de vida vinculados al populoso barrio habanero.
El histórico barrio de Cayo Hueso, poblado por gente sencilla, amable y sobre todo bailadora, cuyas calles están vinculadas a nombres y ritmos icónicos de la cultura musical cubana, -entre ellos el propio Chano, el cuarteto Los zafiros, así como la rumba con todas sus variantes expresivas-, es el gran protagonista de este material. El cual, en su concepto de realización, juega con los códigos del documental. Sus escenas profundamente narrativas, muestran el tránsito de un día cualquiera por la localidad de Cayo Hueso, donde los músicos interactúan en un ambiente desenfadado, a veces íntimo, con los pobladores de la localidad.
En tal caso, la cámara se adentra en singularidades de esas vidas comunes y se comporta cual narrador omnisciente para develar las características sicológicas de los pobladores y las físicas del entorno. Todo ello se entrelaza a partir de un discurso paralelo que cuenta la vida de Chano Pozo en ese su “terruño”, hasta su muerte y la significación de esta en New York.
La complejidad musical de la pieza bailable es altamente significativa. En ella el coqueteo y las constantes alusiones a fragmentos métricos jazzísticos, perfectamente detectables, acentúan una constante intertextualidad sonora que dialoga, en perfecta armonía, con la dinámica visual de la propuesta. Secuencia continua de imágenes, donde se alternan las de acciones de movimiento (predominantes) con las de detención en rasgos físico- sicológicos de ese personaje colectivo que se adueña de la escena, afirma la idea de que es posible encontrar a Chano en cualquier otra persona: desde el niño o niña, hasta el longevo limpiador de zapatos.
Una heterogeneidad etaria se manifiesta en este material donde la figura de Chano prevalece en la remembranza nostálgica, aunque su recuerdo se erige en todos los que en el mismo Cayo Hueso mantienen viva la tradición de la rumba, el baile, el desandar hacia los sueños desde una atmosfera común de humildad.
Como se va tornando común en estos tiempos, el audiovisual se vuelve a esa Habana de añoranzas y con ello a la imagen del solar, poblada mayormente por gente negra y humilde. La edición nuevamente satisface las exigencias del discurso, cuando coloca en el mismo orden jerárquico todas las acciones narradas, las cuales culminan con el homenaje ofrecido por Los Van Van a Chano Pozo, como una de las acciones en la pasada edición de la fiesta del disco cubano. El público asistente -no solo de la localidad de Cayo Hueso-colmó las expectativas de los músicos que intervinieron en aquel homenaje, especialmente las del mundialmente reconocido Pedrito Martínez, cubano-estadounidense, nacido justo frente al Parque Trillo, escenario donde se produjo la presentación.
Y esa comunión de emociones también las captó la cámara en “Manteca 2.0”, un video que revisita la historia desde la dinámica de un presente, para quienes la figura de Chano Pozo sigue siendo referente para seguir poblando otros universos compositivos, dentro o fuera de Cayo Hueso.
