“El final”: un comienzo de Ariel Díaz en Lucas

Nuevo ciclo de Lucas y con ello aperturas discursivas de cantautores que apelan a la realización audiovisual como otra manera de expresión. De esta forma se estrena la propuesta “El final”, a cargo del trovador Ariel Díaz, en esta oportunidad junto a Laura Martín en la dirección.

Ópera prima para Martín y continuidad de una mirada discursiva que ha distinguido a Ariel, desde sus inicios: su máxima preocupación por el hombre, su entorno y destino. Tres elementos que en este audiovisual dialogan en su justa medida, a partir de un tratamiento simbólico logrado con el uso del blanco y negro.

 

“El final” es un tema perteneciente al fonograma Táctil, en el cual Díaz entre otras expresiones genéricas se apoya en el funk y el country; justamente, es este el género en que se sustenta la canción. Un tema que al decir de su creador está dedicado a Cuba y su gente y para ello utiliza imágenes que develan la composición de su sociedad actual.

 

Visuales que destacan al hombre y la mujer comunes, el transitar de infantes, trabajadores en sus oficios habituales, con sus búsquedas diarias; rostros anónimos en su constante devenir y sueños a cuestas; y mientras la cámara como cuidadosa testimoniante de este tránsito.

 

Un Ariel Díaz, a la usanza de un cantante country, recrea junto a Laura Martín un viaje personal a su entorno diario, o lo que es lo mismo, su patria chica: Puentes grandes, localidad habanera que habitan y la que, sin dudas, deja su impronta en la forma que este dueto creador aprehende la realidad.

La calle, por tanto, es el primer y más importante elemento que adquiere carácter simbólico en esta propuesta. Es ella quien representa a la vida, en su sentido más amplio; la vida como esa consecución del tiempo donde todo ocurre, todo llega y se va muchas veces sin respuestas. De ahí la frase nuclear del tema: “La vida tiene un cruce de caminos, si tu sueño es escapar, más allá nadie te espera” lo cual significa que siempre estás enfrentando un presente y más allá absolutamente todo es incierto.

 

En esa lectura filosófica- vivencial donde el presente cuenta la historia, la conforma y la tatúa, como lo único realmente accesible, porque como también expresa el tema, “el futuro pone precio a tu coraje”, reaparece—en planos generales—la calle, con sus transeúntes en busca de… no se sabe, no se explica, no se quiere… solo se plantea ese andar infinito hacia un algo. En ese caso el uso del blanco y negro, como recurso expresivo, reafirma ese diálogo con un presente que no tiene más colores que lo interno de cada quien.

 

Con ocho volúmenes en su discografía y el grato sabor de contar con un Premio Cubadisco, en la categoría de trova, Ariel Díaz es de los creadores que ha afirmado el compromiso personal con su tiempo y su público, y este tema es una excelente oportunidad para exhibirlo.

 

Resulta una excelente noticia saber que en este nuevo ciclo de competición su compañera, también de vida, Laura Martín, le acompaña en un audiovisual en que son mucho más que dos; se comportan como una voz colectiva que, cámara en mano ella; guitarra en el alma, él, regalan “El final” como un nuevo comienzo en Lucas.  

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