Cada grabación… una escuela

Cada quince días, el martes es el día elegido por Lucas para la grabación de sus espacios habituales.

Luego de previa coordinación por parte de la asistencia del programa, son convocados al estudio para ser entrevistados realizadores e intérpretes de los videos a presentar. Es la primera y gran muestra de la diversidad que atesora el proyecto Lucas. En comunión de intereses, roqueros, raperos, representantes del pop y la música instrumental, tradicional o folclórica se nuclean alrededor de un espacio que les visualiza, al tiempo que sube la parada en materia de estéticas y realizaciones.

Pero más allá de lo que se muestra en pantalla, el proceso de grabación per sé en Lucas constituye una escuela de realización; en primer lugar, por el nivel de improvisación que Orlando Cruzata, su director, le imprime al guion en voz de conductores que se crecen ante cada propuesta.

Buscar el dato curioso, el elemento anecdótico de mayor interés que se esconde en cada set de filmación, o aquellos referentes culturales que pueden o no estar subyacentes en cada propuesta, son algunos de los tantos elementos que Cruzata exige sean develados en la entrevista. No se trata solo de entretener desde lo lúdico— también importante— sino también de recrear un aprendizaje en el televidente sobre lo que está viendo y que por algún motivo le interesa.

De ahí que el conductor de Lucas sea a su vez un actor que encarna la avidez por un conocimiento que debe ser compartido por multitudes. En tanto, el proyecto parte del presupuesto de que el videoclip, como propuesta de arte, contiene un cúmulo de particularidades que bien pueden ser entendidas y revisitadas por el receptor.

Los conductores, cada uno con sus particularidades personales, totalmente identificadas por el televidente, se adentran en maneras diferentes de hacer, por tanto son también disimiles las formas de adentrarse en el interior de cada propuesta. De ahí que el tiro de cámara igualmente difiera por entrevista como mismo el tono se aviene al tipo de propuesta. Ningún diálogo se puede o debe parecer a otro, aun cuando en la edición Cruzata se encargue de distinguirlas.

En cualquier caso la historia de lo diferente que profesa Lucas se inicia cada martes en el propio estudioa través de una aventura de enriquecimiento que  no debe dejar escapar ningún detalle acerca de lo que no se ve, tras la atmosfera, a veces mágica, de un video clips.

Azúcar negra endulza este ciclo 2022 de Lucas

Leonel Limonta, al frente de su tropa musical Azúcar negra, endulza de muy buena gana el presente ciclo 2022 de Lucas. Su tema El disfraz, popularizado en los años noventa por David Calzado y la Charanga Habanera, regresa en este periodo, y lo hace con toda fuerza. Hasta el momento la composición ha logrado clasificar en 23 listas de éxitos; entre ellas destaca con el número uno, en el espacio “Juventud 2000” de Radio Progreso.

El tema se incluye en el más reciente fonograma de la orquesta, Bailando sin parar, y trae a estos días la sátira y divertimento que en muchas ocasiones distingue la música popular bailable. El complemento de lo coreográfico recrea lo que sucede en un set de grabación, propicia que el movimiento con el vestuario, maquillaje y hasta peluquería se conviertan en gratos atractivos de la propuesta. Limonta se inserta en lo lúdico del discuro como personaje principal de la trama, lo cual no es nuevo para el director de orquesta.

Nuevamente José Rojas incursiona en la música popular bailable y le pone al producto final el sello de vialidad, frescura y colorido que lo distingue.

Y por si fuera poco, en los  finales del presente ciclo, bajo la dirección de Francis Anglada, la agrupación lanza otro tema que ya va tomando alcance en la preferencia del público. Se trata de 24 días, con él se retoma la  temática amorosa en una propuesta que también se incluye en el más reciente álbum de la orquesta.

Al respecto del proceso de creación del audiovisual Limonta comenta:

“Agradezco infinitamente la inserción del ballet de la televisión cubana en este material audiovisual, por todo su despliegue”.

“Este video fue filmado, íntegramente, en el malecón de Cojímar; un espacio muy agradable que ya había tenido la oportunidad de disfrutar de cerca, y en más de una oportunidad dije si alguna vez puedo firmar en un espacio abierto,  en el que prime el mar y lo natural, voy a pedir poder hacerlo aquí, por lo que me alegro mucho que a Francis le haya complacido la idea. De hecho ya nosotros traíamos en mente qué se podía lograr con el tema, y Francis conformó todo lo que nos gustaba. Él me entiende a la perfección, se identificó, perfectamente, con lo que quería y el resultado, felizmente ya está en  pantalla”, expresa Lionel Limonta.

De esa manera, la agrupación se inserta en este ciclo en que Lucas celebra sus primeros 25 años, con una renovada visualidad, regalando su azúcar también en Lucas.