El videoclip “Silencio” de Luna Manzanares y Omara Portuondo está nominado a los Premios Lucas 2022 en los apartados de Video del año, Mejor video canción, Mejor efecto visual, Mejor fotografía, Mejor dirección de arte, Mejor Edición y Mejor dirección.
Precisamente, sobre este producto audiovisual y el proceso de creación, conversamos con Joseph Ros, quien también está nominado con los clips “Voyager” de Iván Meló; “Olvida eso” de Jolis Muñoz y Alain Pérez; y “La respuesta” de La casandra.
─ ¿Cómo llega a sus manos el proyecto de Silencio?
“El clip me lo propone Luna Manzanares. Nos une la amistad y la admiración. Ese proyecto era, prácticamente, una deuda personal. Nunca lo verbalizamos, pero en secreto ambos teníamos esa intención guardada por mucho tiempo.
“No fue nada sencillo. Hace algunos años los planetas comenzaron alinearse cuando grabó esta espectacular versión de ‘Silencio’ junto a Omara Portuondo y, entonces, la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales, Egrem, decidió apoyarla con la producción del video. Ahí parecía que todo estaba resuelto, pero lo cierto es que concretarlo fue absurdamente difícil hasta, al menos, un par de años después en 2020.
“Sin escuchar la grabación había aceptado el proyecto. Nada podía fallar: dos intérpretes espectaculares de dos generaciones diferentes, unidas en una canción hermosa. Con esos elementos me tenían, pero mis expectativas se quedaron pequeñas cuando escuché el track por primera vez. ¡Qué arreglo tan espectacular el de Jorgito Aragón! Se fue por encima de las gradas. Fue como un tiro de gracia. La sonoridad era muy cinematográfica. La música arropaba unas interpretaciones sentidas y la pieza musical trasmitía por si sola emoción. En ese momento supe que el clip estaba hecho, solamente había que materializarlo”.
─ ¿Cómo fue proceso creativo que siguió para crear este videoclip? ¿Cómo concibió la idea?
“Primero recurrí a Luna en busca de su visión sobre el video. Ella me dio total libertad creativa. Solo me pidió dedicarles el producto audiovisual a sus abuelos en algún segmento. Así fue: están justo al comienzo de la pieza.
“Luego me fui a la canción y recordé aquel fragmento de la película del Buena Vista Social Club de Win Wenders donde Omara e Ibrahim Ferrer cantan la canción en los estudios Areíto. Un momento lleno de magia. Ahí me di cuenta que el video tenía que tener ese espíritu mágico, melancólico y emotivo. También noté que todo, de una manera muy peculiar, conectaba.
“En un principio, Luna y Omara interpretaban en el video el mismo personaje, pero en espacios temporales diferentes. Por razones que se nos iban de las manos era imposible contar con Omara para el rodaje y el proyecto no se podía seguir dilatando. Era una limitación importante, pero tampoco es la primera vez que me sucede y por desgracia, posiblemente no sea la última. Puedo escribir un libro sobre el tema. Lo cierto es que esa dificultad no provocó ningún cambio en el guion. Todo se mantuvo tal cual y es probable que esa ‘ausencia’ le provoque un halo de ‘misterio’ al video. Al final este es un clip que trata sobre eso: las ausencias.
“Luego los nardos y las azucenas de la canción más las abejas forman parte del mismo universo. Las abejas para mí─ y recalco que esto es una interpretación muy personal─ tienen un significado visual potente: la vida. ¿Sabes que Einstein dijo que, si las abejas desaparecieran del planeta, a la humanidad le quedarían 4 años de existencia? Esta es una referencia muy recurrente para los ambientalistas porque hay mucha verdad en la afirmación del matemático. Las abejas forman parte de la biodiversidad de la que dependemos para sobrevivir.
“Como decía, todo en este video, de una manera muy peculiar, conecta”.
─ ¿Qué efectos visuales apoyan la narrativa del videoclip?
“Los efectos visuales en este proyecto son muy evidentes, aunque hay muchos aspectos de la visualidad que pesan sobre el trabajo de la dirección de arte. Está claro que la abeja es digital, al igual que otros elementos. Todo esto llevó un trabajo de modelado y animación muy riguroso por parte de Daniel Reyes, que estaba bajo la supervisión de Daniel Alemán, un colaborador habitual en muchos de mis proyectos.
“La abeja es, quizás, lo que más destaque de los vfx de la pieza y fue con toda intención. Queríamos que fuera espectacular. ¡Había que lucirse! No obstante, no buscaba el alarde por el alarde, si no subrayar el concepto. También pretendíamos que todo lo digital se insertara orgánicamente en el contexto real; y creo, honestamente, que lo logramos, a pesar de que muchas de esas imágenes, justamente, tengan un sentido fantástico”.
─ ¿Cómo fue el proceso de grabación de este clip?
“Duro, muy duro. Este fue el segundo de cuatro videos que filmamos en el mes de diciembre de 2020. Los cuatro costaron mucho esfuerzo hacerlos porque, básicamente, teníamos una semana (más menos) para prepararlos y rodarlos. Uno de ellos, el primero, tuve que entregarlo terminado en la primera semana de diciembre por lo que sumó más complejidad al maratón creativo. Un mes como diciembre no es un mes cómodo para filmar y ese diciembre lo fue menos todavía. El contexto era muy hostil: pandemia, déficit de combustible, tensión social y política, no había café y un reordenamiento económico a la vuelta de la esquina que prometía pocas cosas buenas. Por eso había que hacerlo sí o sí.
“Para rodar en el exterior del edifico art nouveau, por ejemplo, no había permisos oficiales. No daba tiempo al maquiavélico mecanismo burocrático y, además, no los estaban otorgando. Había que ser muy rápidos e ingeniosos para lograr que ese momento no pusiera en riesgo el llamado. No teníamos plan B.
“Sin el maravilloso equipo de producción que me acompañó en este rodaje hubiera sido realmente imposible (y no es una frase hecha). Desde Yudit Domínguez haciendo arte y vestuario a la vez, David Cruz que conmigo se apunta hasta en un bombardeo, Marquitos El Chino y “mis niños” de Raydel Grizlez que me acompañan siempre, Yaynee, Alian, Saddam, Migue con su buen gusto, Juan Carlos de Isla Flor que hizo un trabajo hermosísimo y complejo para el inicio y final del video que, mientras lo filmábamos, me hacía sentir que como si estuviera haciendo una secuencia de maquetas de las Guerras de Las Galaxias, y por supuesto, las cracks de producción Gisselle Vargas y Marycet D´Carmona, que le pusieron frente a todos los retos sin perder la ternura y la buena energía”.
Cuando Joseph Ros concibió “Silencio” no pretendía hacer un clip diferente, sino que fuera emotivo y hermoso. Y, aunque se califica como un inconforme casi a niveles enfermizos, quedó satisfecho con el resultado final del clip.
“Hay muchas cosas que hubiese querido de otra manera y no pudieron lograrse, pero, poniéndome filosófico, prefiero ver el vaso casi lleno. Si, porque una cosa es ser inconforme y otra es ser pesimista. Eran muy malas condiciones y pocas probabilidades de superarlas, pero nosotros desafiamos la realidad con éxito. Este, junto a los otros cuatro videos de ese diciembre intenso, es uno de mis mejores”.