Mauricio Figueiral: “un cantautor por vocación”

En el arte de Mauricio Figueiral confluyen dos pasiones muy marcadas: la música y la realización audiovisual, es por eso que coquetea entre componer una canción, visualizarla en imágenes y hacerla nacer en todos los sentidos. A Mauricio eso lo hace feliz.

Para el ciclo 2022 de Los Lucas, tres videos suyos captaron la atención del jurado y los propuso como nominados a Mejor Video Trova y Mejor Canción. Dos categorías muy afines a su carrera musical y que para él “es siempre un gustazo personal”

“Vamos a partir de que para mí la canción de autor y todo su universo es una pasión, no un trabajo, y el audiovisual es otra pasión de la cual me he ido enamorando con el tiempo, así es que cuando se unen estas dos pasiones yo estoy literalmente de fiesta”, confesó a nuestra entrevista.

En el caso de la Trova, Mauricio dirigió los videos Cuba irá, de Karel García y Agua de Liuba María Hevia. Al preguntar cómo ser diferente y original a la hora de visualizar un tema de este género afirmó que “los procesos creativos para este tipo de canciones cuyos textos no son tan literales resultan complejos, y más aún cuando trabajas para otro cantautor o cantautora y ellos tienen ya una idea preconcebida de esas imágenes que describen con palabras en sus canciones”.

Entre risas, reconoce que su trabajo como realizador consiste simplemente en la organización de las ideas y cómo vincularlas con el lenguaje audiovisual, hacer coincidir lo que pensaron, lo que cantaron. “El mérito es de ellos, porque te juro que los exprimo hasta que terminan siendo ellos mismos los realizadores”.

Lo que hoy es Mauricio Figueiral no es para nada fortuito. Podemos hacer un viaje en el tiempo e imaginarlo sentado en cualquier pasillo de la Escuela Vocacional Lenin componiendo canciones o imbricando sus dedos con la guitarra. Desde entonces la música llenó su vida y separarse de ella sería un sacrilegio.

Pero cuando se trata de dirigir un video para sus propias canciones todo resulta un poco más complejo: “Ya cuando el video es de un tema mío entonces sí estamos en problemas, porque para mí ninguna idea es suficientemente buena y me cuesta muchísimo trabajo no sentirme un poco ridículo frente a mi propia cámara. Al final el resultado de mis videos y de todos es el resultado de un hermoso trabajo colectivo, donde voy delegando en mi equipo de especialistas y amigos, mis temores e inseguridades para que ellos las encaren. Siempre quedo feliz e inconforme, con ganas de haber hecho algún plano más”, confiesa.

La estética de los videos de trova está muy marcada, cómo ser diferente y original a la hora de visualizar una canción de este género. Para esta pregunta Mauricio nos recuerda que un clip es un material publicitario creado para “vender” o promover la obra de un artista. “Entonces lo primero que yo no pierdo de vista es que un videoclip no es para lucirme yo, sino para darle una promoción efectiva a los que cantan, y si para ello hay que repetir formulas audiovisuales que sabemos que son muy usadas pero que funcionan, pues pa’ lante, y el trabajo estará bien hecho”.

A la pregunta de cuán dificil puede ser compartir el rol de cantante y director, como en el caso del video Balcón a la calle aseguró que siempre que el equipo de filmación sea competente y le hayas sabido explicar claramente lo que quieres, no supone ningún problema. “A veces es hasta más fácil porque no tienes que enfrentarte a la diversidad de criterios, tan rica y extenuante, que a veces hay entre cantante y director”.

En este punto siempre el agradecimiento para dos personas que siempre lo acompañan en sus aventuras, los fotógrafos Yuniel Mentado y Elvys Urra. “El primero es además un gran postproductor que si le pides polaquitos volando te los pone. Con él he hecho casi toda mi carrera audiovisual y no me termino de sorprender de todo lo capaz que es. El segundo es un amante de los aparatos y la tecnología así que con esas tres patas de la mesa me siento capaz de todo. En mis videos casi nunca hay equipos grandes. Somos siempre tres o cuatro priorizando el valor de la idea”.

Entre los vídeos nominados estuvo Balcón a la calle, canción que comparte junto a Polito Ibañez y que es una declaración de amor y de añoranza a la cuidad de La Habana. Tanto el video como el propio tema fueron concebidos desde esa perspectiva, “es un homenaje muy personal a Cuba, a lo cubano, y por supuesto a mi Habana sin la cual ya está demostrado que no puedo vivir”.

Para Mauricio es siempre un gustazo encontrarse con la oportunidad y los recursos para hacer videos de trova y canción, pero también hace televisión y sus proyectos van más allá de las fronteras cubanas. Su programa Sesiones Vagabundas se está haciendo por Latinoamérica gracias a la invitación de Telesur y al apoyo incondicional de Canal Habana, y es su pretensión llevarlo por toda Cuba.

Sin embargo, él es “un cantautor por vocación y un realizador por oportunista. Lo que amo es escribir y cantar lo que escribo. Todo lo demás es lo que tengo que hacer para poderme mantener este vicio de por vida”, y que viva este vicio si llegan videos y canciones como Balcón a la calle.

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