“Madre Oshún” y “Baila mulata” por Daniel Arévalo

“La nominación en Lucas significa algo bien positivo y esperado porque, aunque con altas y bajas, siempre han sido un termómetro de lo que se está haciendo en el país, y motiva a los realizadores y músicos a inventarse presupuesto para lograr hacer algo que tenga valor artístico y a la vez promocional”.

Así lo afirma el realizador y director de videoclips Daniel Arévalo, quien cuenta con nominaciones en los Premios Lucas 2023 con dos de los audiovisuales que este año produjo: “Madre Oshún” y “Baila mulata”.

Daniel comenta que, en esta ocasión, lo sorprendieron las nominaciones porque para él otros de los videos que presentó en esta edición del proyecto del clip cubano, tenían más valor como texto fílmico y estaban mejor logrados. Igualmente, dice sentirse feliz porque su trabajo forme parte de los apartados y que las personas lo hayan podido disfrutar.

El audiovisual posee la función de impulsar a la música a que obtenga un mayor alcance, y justo eso fue lo que se logró con “Baila mulata”, una canción perteneciente a la producción discográfica “La Gran Diversión” de Roberto Fonseca.

Integrantes de Montuno, empresa musical con la cual trabaja el cantante, sugirieron que en el clip debía reflejarse una atmósfera donde primara la relación entre lo clásico y lo contemporáneo que resulta el sello de Fonseca. Arévalo consiguió la mezcla perfecta a través de la dirección de arte, el vestuario y los planos que conjugan las diferentes épocas.

“Como realizador dije, hacemos un concierto donde Fonseca esté tocando desde el carisma combinado con bailes de personas con un vestuario que vaya por todas las épocas en una locación no demasiado estridente para que la atención quede fijada en el artista, a la vez que tiene ese toque neoclásico, va a ser todo un éxito y creo que lo logramos”, expresó Daniel Arévalo.

El director audiovisual destaca la labor de Marina Alfonso, quien posee una nominación como Mejor producción por su trabajo en “Baila mulata”, donde logró coordinar los detalles para que las características deseadas se cumplieran y el espacio fuera la piedra angular donde todo funcionara.

“Este material se hizo con la intención, primero, de sacar algunas cápsulas por eso involucramos algunos influencers. En la estructura de la versión más larga del video está más claro esto”, comentó Daniel sobre el clip que cuenta con más de 75 mil visualizaciones desde su estreno en septiembre de este año.

Respecto a la locación que se utilizó para el rodaje dijo: “Fue en un museo de La Habana Vieja que está cerrado. A nivel estructural cumplía con la función que queríamos de que no quedara tan enfatizado en el video”.

¿Qué resultó lo más complejo a la hora de la filmación?

“La complejidad más grande que he tenido en un set de filmación fue en ese video, porque casualmente, como dos horas antes de empezar, cayó un gran aguacero que inundó toda la localidad de La Habana Vieja. Con casi cien personas dentro del set aquello fue un desastre”.

Pero un detalle que el equipo de trabajo desconocía era que el techo del lugar se filtraba, lo que provocó que el piano de Roberto Fonseca comenzara a mojarse. En un primer intento de Arévalo por disipar el agua se subió en la azotea, pero no sirvió de mucho.

“Por cosas de la vida me va bien en las manualidades y creé una estructura de nylon atravesando la locación de balcón a balcón para desviar el agua, y logré que cayera ahí, así fue que conseguimos sacar todo aquello y filmar”, declaró el realizador.

“Logré grabar a tres cámaras iguales, con unos lentes muy bellos que tenemos, antiguos, en cuestión de unas cuantas horas filmamos todo. Ese video es el primero de una serie que viene ahora con ese disco”.

“Madre Oshún” constituye el nombre del audiovisual que acompañó al Festival Internacional Jazz Plaza en su edición número 38. Bajo la dirección musical de Roberto Fonseca y la creación del propio Daniel Arévalo se logró un clip en el cual se agrupan varios artistas cubanos, entre ellos: Brenda Navarrete, Zule Guerra, César López, Germán Velazco, la soprano Bárbara Llanes y otros.

“Los directivos del Instituto de la Música Popular y Colibrí me explican que están conscientes de lo complejo de hacer un videoclip con tantos músicos de primer nivel en tan poco tiempo. La idea era filmar algo dentro del estudio, pero el director de música popular me dijo que le agregara algo colorido con animaciones y me mostró unos referentes, capté enseguida lo que quería”, explicó Arévalo.

“Les hago una propuesta, que viene siendo esta traducción de la música y del espíritu que sentía en ella, de la naturaleza, de todo lo que de alguna manera me trasladó al escuchar este tema. A los artistas y al equipo le interesó el universo que estaba proponiendo.

“Llamé a Amanda Mulet que es una diseñadora, pintora y amiga muy talentosa, que me ayudó con el tema de la dirección artística e ideó todo lo que después los animadores e ilustradores hicieron moverse sobre las imágenes. Lo que siguió fue tratar de hacer una integración que funcionara”.

El también director de la empresa de realización audiovisual y servicios técnicos La Tiza Films contó que el proceso de animación fue el más complicado, los de filmación y boceto se hicieron cada uno en un día.

“(…) realmente darle vida y mover todos los dibujos fue complejo, porque muchos habían sido pensados desde lo pictórico y tenían degradados, detalles que para los animadores son un infierno. Tuvimos que repintar muchos planos que perdieron un poco de belleza, pero fueron más nobles a la hora de poder transformarlos y darles movimiento”.

Los videoclips dirigidos por Daniel Arévalo reúnen un total de tres nominaciones en los Premios Lucas 2023, pero para saber si alcanzan la cima tendremos que esperar a las galas de premiaciones a celebrarse próximamente en la capital cubana.

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