Lucas es un todo de contenidos, conceptos y significados. Tras su rostro particular, portador de su elegantemente traje negro y sus gafas oscuras se presenta como singular anfitrión y en nombre del audiovisual se imbrica, participa y posiciona dentro de la realidad artística, cultural y social cubanas; desde su propia construcción gráfica, denota una serie de ideas, que constituyen el soporte conceptual de la campaña de cada edición del Proyecto.
Desde 2018, el diseñador gráfico Héctor Luis de Posada se encarga de la campaña gráfica del Proyecto Lucas. Por entonces, se abordó el 150 aniversario del reinicio de las luchas independentistas. A partir de ese momento, se inició un tránsito de trabajo sostenido, que hasta hoy ha sido de recíproca gratitud tanto para este creador, como para el resultado final de Lucas.
Abordar desde la gráfica un concepto que entre sus exigencias constructivas destaque la inserción del proyecto con toda responsabilidad en lo cotidiano, es uno de los puntos de mira a no perder para cualquier creador que asuma la visualidad de Lucas como un todo: y es un compromiso del cual Héctor es heredero.
En ese sentido, el creador ofrece una serie de consideraciones acerca de su relación con Lucas.
¿Cómo defines el trabajo de concepción y definición de la campaña visual de Lucas?
“Sin dudas, altamente creativa. Trabajamos siempre en equipo en la búsqueda de ideas y conceptos que definirán cada campaña, tratando de acercarnos lo mejor posible a la realidad que se vive.
No siempre la primera idea queda, sino se va perfeccionando en las reuniones creativas e, incluso, terminamos realizando algo completamente diferente a lo pensado en los inicios. Todo en función de lograr un mejor resultado”.
En esta ocasión se trata de una fecha significativa: el 25 aniversario del Proyecto Lucas. ¿Bajo qué criterio se sustenta esta campaña?, y ¿cuál fue el mayor reto?
“Lucas es un programa que podemos considerarlo “adulto”, ya está bien posicionado en Cuba y nunca se le había realizado una identidad corporativa con el rigor que esto amerita. Dicho esto se decidió que este año, a propósito de sus 25 años, fecha sumamente importante, resultara ideal concebir esta identidad en pos de crear la marca, y que esta sea simple, coherente y con gran pregnancia visual.
Lo más difícil, en ese sentido, fue lograr que se reconociera a Lucas con la menor cantidad de atributos posibles; fue un ejercicio de síntesis importante. De hecho, en la composición tipográfica mezclamos la palabra con el número del aniversario, con lo cual se alcanza la simplicidad y cohesión deseadas”.
Lucas es de hecho una figura que encarna una serie de símbolos, ¿cómo crear alrededor de un hecho figurativo?
“La imagen de Lucas ha perdurado hasta hoy sustentando la filosofía de crear una imagen evolutiva. A partir de esa premisa se ha trabajado agregando símbolos y recursos en función de la idea y el concepto que representan a cada campaña. Ahí está el reto y la responsabilidad de que esta máxima no se pierda”.
¿Qué representa desde tu visión de artista formar parte de la creación artística de Lucas?
“Para mí es un orgullo y un gran placer formar parte de este equipo porque aglutina a creadores de diferentes especialidades y ramas artísticas de Cuba. Ha sido una escuela enriquecedora de la cual me he nutrido de muchas experiencias profesionales durante estos años.
En el ejercicio creativo me pongo el listón cada vez más alto, para que cada campaña sea mejor que la anterior, al menos, eso me propongo”.
En un año en que el Proyecto Lucas se encuentra en un proceso de repensar muchas de sus acciones en función de satisfacer a un público que constantemente se renueva y adopta códigos de interpretación de acuerdo a las nuevas exigencias de los tiempos, es plausible saber que también desde la gráfica, como soporte conceptual, se construye la significación del único proyecto televisivo- cultural que potencia y enaltece el videoclip de casa.
