Ivette Ávila: “(…)veo el mundo en imágenes animadas”

Si se ha perdido el recurso de la animación como un arte de la creatividad en los tiempos actuales no tenemos estadísticas para comprobarlo, pero lo que sabemos a ciencia cierta es que los realizadores como la animadora Ivette Ávila dan rienda suelta a la imaginación a través de dicha técnica.

Como diría la propia creadora, cada director exorciza sus ideas con un lenguaje propio, y la animación artesanal resulta el suyo: “(…) cuando me enfrento a una obra no me imagino haciendo nada en acción real, con actores, me imagino a qué tipo de los lenguajes que manejo dentro de la animación le pega esa música, cuál va a ser la historia que vamos a contar, los recursos visuales que vamos a usar”.

¿Cuándo comienza la inclinación de Ivette por la animación?

“En particular los videoclips animados me fascinan desde niña. Considero que le da mucho frescor, que le pueden dar un gran vuelo poético, posibilidades expresivas infinitas, dinamismo, que se ajusten bien al ritmo, son una posibilidad de textura, de color, de generar sinestesia, de lograr que la canción se resalte”.

Para la animadora el videoclip constituye una herramienta de apoyo a la canción, por lo que no debe prevalecer por encima de esta y robarle el protagonismo.  Cuando imagina una música lo hace desde la animación, aunque está consciente de que todo tema no requiere de esta para su representación visual, sino que la letra, los intereses del músico, productor o de quien financia el proyecto, interceden en la elección.

“En mi caso, cuando alguien se acerca sabe que lo que voy a hacer es animación, porque es el campo creativo en el que me siento más cómoda, segura, libre, es mi lenguaje; pero no creo que todos los videos deban ser, ni deban llevar un pedazo animado”, expresó al respecto Ivette Ávila.

¿Cómo determinar en qué momento emplear la animación en el clip?

“Siempre siento que la animación, que además defiendo que no es un género sino un medio expresivo, es una posibilidad expresiva infinita. Si le fuera a recomendar a alguien que usara en un videoclip un pedazo de animación, le diría que lo empleara para dar un salto a lo increíble, a la fantasía, la poesía visual, a lo surreal, a tratar de representar emociones o sensaciones con colores, con formas, con metáforas visuales. Aunque también la animación se usa con una vis cómica, caricaturesca.

“En mi caso como realizadora veo el mundo en imágenes animadas. Cuando me dan una canción la escucho mucho, la dejo que sedimente en mi cabeza y escojo de qué forma la voy a representar, tanto qué materiales o qué técnica, como qué historia voy a contar. Para mí es la base de mi realización”, continuó añadiendo.

Ivette Ávila comenta que existe una probabilidad de que la producción de contenido animado haya decaído en los últimos años en Cuba por la complejidad que supone este trabajo que demanda tiempo, incluso para crear un segundo o dos de animación en dependencia de la técnica, diseños y calidad que se propone el equipo de realización.

“Siento que en ocasiones los animadores lo que están haciendo en vez de su propia obra, una obra de autor, largometraje o cortometraje largo que pueda presentarse en festivales, es prestar servicios, -que muchas veces son para los videoclips-; es decir, efectos visuales, pedazos o clips completamente animados. Entonces siento que una parte de la comunidad animadora está empleando su fuerza en generar videos”.

En la presente edición de Lucas 2023, Ivette es una de las realizadoras más nominadas, su nombre aparece en varias categorías por su dirección de los temas “La vacuna” de Liuba María Hevia y de “Recorto mi sombra” de Lindiana Murphy.

El tema de Liuba es bien conocido por los cubanos y cuenta con dos videos precedentes que poseen aristas comunes como la representación del médico por un búho y del brujito por un murciélago, con la diferencia de que el más longevo aparece en blanco y negro y el otro a color.

“Mi reto fue tratar de hacer mi propia historia visual. Mi idea fue romper un poco los esquemas de como cuando pensamos en un médico nos lo imaginamos, incluir también a la mujer que ayuda a descubrir la vacuna para curar al propio brujo que provocaba las enfermedades, y sí me imaginé utilizar a un brujo como tal”.

La técnica empleada constituyó el stop motion con papel recortado con figuras dibujadas en acuarelas por el ilustrador Aramís Santos. El proceso para alcanzar el resultado en el clip de “La vacuna” tuvo un nivel de complejidad debido al detalle, la construcción, la elección de materiales y otros factores.

“Para el ilustrador fue un reto grande porque cuando él entrega unos diseños, los tenemos que convertir en una marioneta articulada que pueda verse viva, y así con cada uno de los personajes que sale en el video.

“Luego, cuando voy a animar, cada vez que monto un plano compongo el fondo, me paso horas poniendo una matica aquí, el fondo por allá, más luego el proceso de animar como tal que es ese en el cual muevo la marioneta cuadro a cuadro y voy tirando fotos”, explicó Ivette Ávila.

Para el videoclip de “Recorto mi sombra”, la animadora y su equipo tuvieron mayor libertad creativa, por lo que emplearon una variedad de técnicas que pasaban de una a la otra con el sumo cuidado de que no fuera una transición forzada, así como actores con máscaras, animación en plastilina, 2D: “(…) todo está mezclado en ese mejunje metafórico creativo”.

La animadora cuenta que para el trabajo con plastilina tuvo que mezclar colores hasta obtener los que deseaban, lo que llevó tiempo y paciencia: “Creo que cada parte de ese proceso, la filmación real, todo, tuvo retos, pero fue muy disfrutable, con una alegría por crear, por hacer una obra genuina, espontánea, en equipo. Lo más difícil muchas veces se vuelve interesante, atractivo, un reto maravilloso.

“Me sentí muy cómoda porque tuve libertad creativa y también la di al resto de mi equipo sobre mi idea base, sobre la historia que había creado. Creo que todos disfrutamos muchísimo el proceso y aportamos a la obra final”.

Dentro de la complejidad de la animación Ivette no considera que ningún trabajo en los que se haya involucrado sea más simple que otro, sino que resulta un proceso de retos y dedicación.

Los clips dirigidos por Ivette Ávila reúnen en total seis nominaciones a los Premios Lucas 2023 en categorías como Mejor dirección, Mejor video canción, Mejor video efectos visuales por “Recorto mi sombra”; Mejor video música para niños con “La vacuna”, y por ambas producciones su nombre aparece en el apartado de Mejor video animación.

¿Cómo vivieron la experiencia de las nominaciones?

“Creo que al no haber un evento que alcance la magnitud y el nivel de popularidad para divulgar una obra como los Lucas, para los músicos son unos premios que dan gran reconocimiento y alegría. Nos sorprendimos por tantas nominaciones, estamos todos contentos, no solo los músicos, también los miembros del equipos de trabajo.  Ya consideramos que solo la nominación es un premio para nosotros. Agradecidos y veremos qué pasa en las galas, pero desde ya estamos muy felices”.

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