La realización audiovisual es el lenguaje con el que más le gusta comunicarse a Roly Peña. “Es mi medio de comunicación o mi libro para mostrar ideas, historias e intereses”, cuenta el artista a Lucas si le preguntas por qué eligió esta profesión.
Para él, lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de concebir un videoclip es que tiene que estar en función de vender una canción, un artista o un disco, y a partir de ahí, la idea es percibir o ponerse de acuerdo con el autor o el productor, que es lo más importante de ese tema, o cómo se quisiera, incluso, vender el artista. Después se llevan esas ideas a las imágenes y se comienza a contar la historia.
“En los clips que he realizado hay música instrumental, rap, reguetón, guaracha, son, etc. Hay una diferencia desde el punto de vista musical que conlleva a que el tratamiento para diferenciarlos entre ellos sea por la imagen o en la manera de narrar el argumento. Si bien el proceso de edición de cada uno de esos productos audiovisuales es distinto, me gusta el video narrativo, que cuente una historia”.
Roly Peña asegura que cada vez que hace un videoclip, ese último pasa a ser su preferido. Quizás sea porque va creciendo como profesional en cada trabajo y adquiere nuevas herramientas, o como bien él dice: “No soy muy repetidor de este formato por eso enfrento cada trabajo como un novato”.
Sobre el proceso creativo, refiere que cada producto audiovisual trae consigo mucho tiempo de trabajo. “Cuando uno alquila los equipos tiene hasta 24 horas para realizar el video, pero, creo que la parte más difícil es buscar la manera de concebir esa narración. Las horas y condiciones puede hacer después más o menos trabajoso el proceso”.
No obstante, dice que la principal facilidad para la creación de videoclips en Cuba es que se fomenta este tipo de producciones, aunque, se complica porque no pertenece como realizador al catálogo de las empresas musicales. “El trabajo que me llega es mediante los propios músicos que me piden que les realice sus videos. Nunca he sido llamado por una productora musical”.
Formado como instructor de teatro ̶ donde recibió tres años de actuación y uno de dirección teatral ̶ y, posteriormente en la Facultad de las Artes de los Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA), del Instituto Superior de Arte, Roly Peña confiesa que admira al proyecto Lucas por su constancia y el sacrificio de Orlando Cruzata y del equipo de realización. “Ha sido eficiente a la hora de potenciar el videoclip en Cuba”.
Actualmente, el realizador está inmerso en el rodaje de los diez capítulos del humorístico “Juntos pero no revueltos”, está cerrando una cierre sobre Calixto García y en el proceso de investigación de otra temporada de “Lucha contra bandidos”.
No obstante, confiesa que hay muchos proyectos en camino. No podía ser de otra manera en una mente tan inquieta y creativa como la de Roly Peña.
