Amanezco mirando el videoclip “Como en la lluvia”, de Ivette Cepeda y el grupo Reflexión cuya dirección estuvo en manos de Maikel Jorge Pascual. Lo hago como quien salda una deuda varias veces aplazada y al visualizarlo descubro una verdad inamovible: el amor nunca deja de ser. El tema musical, de la autoría de Karel García, se enriquece al contar con un video que, a manera de homenaje a la Isla de la Juventud, logra trascender los límites geográficos para convertirse en una historia universal.
Pienso en un “amor de vacaciones”; fugaz, pero capaz de dejar huellas. Todos, o casi todos que no es lo mismo, pero es igual, al decir del poeta, hemos tenido un amor así. Con esa historia como base narrativa, se estructura el clip “Como en la lluvia”. Los paisajes naturales de la Isla, de una belleza envidiable, su flora y fauna, unida a la hospitalidad de sus pobladores son los ingredientes fundamentales del video, donde la fotografía (drone y cámara) corren a cargo de Yorkiel Mirabal. En tal sentido, vale resaltar la sutileza y poesía de cada imagen, la metáfora de la lluvia, que, aunque es un recurso bastante utilizado en los audiovisuales, yo diría trillado, en la búsqueda de una atmósfera visual, logra su objetivo en el videoclip. Hablar de fotografía y de la Isla de la Juventud me lleva, irremediablemente, hasta las maravillas que Jaime Prendes, maestro del lente y “ojo poético” de la vida en la Isla, supo captar en instantáneas. Jaime estaría feliz con esta obra audiovisual. Presumo que, con intencionalidad, hay un poco de él en “Como en la lluvia”.
Al margen del clip, paréntesis que espero permitan, siempre me sorprende el tino y la habilidad de Ivette Cepeda y Reflexión para seleccionar el repertorio que interpretan. Una característica, quizá la más representativa, a la que ya nos tiene acostumbrados y que se agradece en el panorama musical cubano actual. Saber escoger las canciones que se ajustan al estilo de la agrupación, resulta esencial para la cadena de resultados posteriores; en este caso; el CD La Rosa de Jericó, en el que se incluye el corte “Como en la lluvia” y la obra audiovisual en sí misma.
Releo lo que acabo de teclear y tengo la impresión de que no alcanzo a ser coherente. Parecen recortes o flash de la memoria, extraídos de mi caja de recuerdos. Vuelvo a leer, dejo “reposar” lo escrito (dicen los que saben, que se hace para que el texto empiece a hablar por sí solo) … y al rato, encuentro un hilo común a cada idea: el amor, ese que nunca deja de ser.
