Camino a las raíces: videoclip Kote Moun Yo, de Desandann

Kote Moun Yo (traducido cómo Dónde está la gente) es la pista musical que el grupo vocal Desandann regala ahora acompañada de un videoclip dirigido por el realizador camagüeyano Oscar Alejandro Viñas. Pero, antes de entrar en el audiovisual vale conocer datos interesantes sobre esta agrupación vocal cubana y en particular, sobre el título de la propuesta musical.

– Lo singular en Desandann y en Kote Moun yo-

El grupo vocal Desandann fundado  el 4 de marzo de 1994, se formó con descendientes de haitianos, procedentes del Coro Profesional de Camagüey, bajo la dirección de Emilia Díaz Chávez. En la trayectoria  de la agrupación sobresale la grabación del primer disco en 1998, en los estudios Siboney de la ciudad de Santiago de Cuba para una importante firma disquera de Estados Unidos;  en 1999, el segundo para la disquera Aspic,  de Francia; y participaron como invitados, junto a otros intérpretes cubanos, en el disco nominado al Grammy  Spirits of Habana,  de la saxofonista y flautista canadiense Jane Bunnet.

Desandann se ha presentado en Haití, Canadá, Francia, Estados Unidos, Guadalupe y Martinica;  han participado en los Festivales de Música y Danza de Harbourfront; y en el de Jazz de Burlington. Entre los reconocimientos a su labor destacan,  Mejor Álbum de Música Fox San Francisco, California; y la  Placa y Llave de Miami, otorgadas por la Comunidad Haitiana de ese estado norteamericano. Actualmente la agrupación mantiene un repertorio activo de más de 50 canciones de diversos ritmos y estilos haitianos, de Guadalupe y Martinica, así como algunos géneros de la música cubana. El grupo vocal Desandann, descendiente en creole, rescata y mantiene vivas las tradiciones culturales haitianas en la ciudad de Camagüey y en Cuba desde hace 30 años.

En el videoclip Kote moun yo (Dónde está la gente) dirigido por el joven camagüeyano Oscar Alejandro Viñas, Desandann interpreta otra canción de fiesta. Resulta curioso que en el clip aparece Julia Fernández Martínez, como actriz, quien es descendiente de haitianos y representa el patrimonio vivo de esa comunidad.

En una entrevista realizada por la periodista Yanetsy León para el periódico Adelante, de Camagüey, Julita o Yuya, como la llaman cariñosamente, declaró que la canción «Es una invitación: dice así: Vamos a bailar». A través de la danza entramos al universo de los orígenes y las tradiciones que defiende la agrupación.

– Videoclip: de vuelta a los orígenes-

En el material audiovisual resaltan dos elementos fundamentales: el trabajo coreográfico y la fotografía. El primero aparece como protagonista de todo el videoclip teniendo en cuenta el tono festivo del tema musical, a la vez que se articula otra historia en paralelo que habla de los orígenes religiosos y la mezcla cultural cubana. Sobre la fotografía vale apuntar que la mayoría de las imágenes y escenas se construyen a partir de la luz natural lo que otorga cierto matiz documentalístico al clip. Pareciera que el director llega a captar la realidad y la vida cotidiana tal cual ocurre. Además, visualmente se apoya en los cuatro elementos primigenios de la naturaleza: aire, fuego, agua y tierra. Lo anterior demuestra una marcada intencionalidad de volver a lo esencial, a las raíces.

El videoclip contó con la participación de descendientes haitianos, entre ellos los integrantes del grupo de aficionados Bonito Patuá, Julia Fernández Martínez y otros.

En el audiovisual los personajes dan vida a las religiones y costumbres haitianas: entre ellos una niña, una joven mulata y la señora, interpretada por Julita que aparece en una imagen junto al río. En la mencionada entrevista, cuando le peguntaron a Julia Fernández ¿Qué personaje interpretó para el videoclip? dijo: —Soy la costumbre religiosa del país que se lleva aquí en nuestra Cuba. El vudú. Tiene sus cosas y tú dices “ay, cómo es posible que una persona se transforme y empiece a decir cositas” para ayudarte en algo.

Sobre sus impresiones del videoclip compartió que le gustó mucho “porque se interpretó las costumbres, ese ajiaco que en el idioma se llama bouyon. Ese bouyon ansét es un caldo ancestral, como yak. Nuestra historia es larga larga. Ellos se ponían en un portal y hacían sus fiestas”. Fiesta, que sin dudas, queda representada fielmente en el video musical como una herencia perdurable en nuestra cultura musical y audiovisual. Un patrimonio vivo que nos lleva, como cubanos, de vuelta a la raíces.

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