Las canciones con contenido, decía un señor de aparente preparación en el mundo del arte, resultan aquellas que albergan un mensaje implícito o explícito.
La ironía y la sátira como portadores de una idea sobre la que se desarrolla una letra musical causan un gran efecto en el público, pues constituyen formas poco usuales dentro de las prácticas en las composiciones de la actualidad.
Después de unos días de promoción, el 15 de septiembre el cantante y compositor cubano Jotabarrioz estrenó la canción y el videoclip de “A mí no me gusta el reguetón”, un tema que ha generado gratos comentarios en su fanaticada y en el resto de las personas.
“Hay que dejar de hacer un poco de baladas y ponerse a hacer reguetón (…) papi ese es el camino”. Esto se puede escuchar en el diálogo entre él y su productor musical que da inicio al audiovisual en un estudio de grabación.
Antes de romper con la canción en sí, Jota se coloca unas gafas, que como sabemos representan a los cantantes del género tanto a nivel nacional como internacional.
Vestuario propio del reguetón, referencias a marcas como Gucci, imágenes de mujeres en bikini, de billetes de dólares, cadenas de oro, autos de lujo y la actuación de la bailarina Rachel González, complementan la pegajosa letra.
¿Y por qué es una ironía o sátira? El joven músico desde sus inicios ha inclinado su trayectoria artística alejada a este popular género. En los planos se puede ver una imitación a los cantantes que lo interpretan. Entre los elementos añadidos podemos encontrar hasta stickers en movimiento.
Vuelve Felo a dirigir un videoclip de Jota en el que el espectador no logra aburrirse entre la variedad de colores, planos superpuestos unos con otros y un baile desenfadado del artista.
Decía Jota en respuesta a un comentario sobre si el tema era una declaración de principios musicales o una sátira, que todo depende de la significación e interpretación que los consumidores del clip sean capaces de darle.
Pero si con todo el contenido del clip no bastó para que el público se diera cuenta de lo irónico del video y lo real del título de “A mí no me gusta el reguetón”, los minutos finales sacaron el lado humorístico de Jotabarrioz, quien en una “entrevista” ofrece declaraciones a modo de reguetonero que dejan una muy buena sensación en todos los seguidores del artista cubano.
El videoclip cuenta con más de tres mil reproducciones desde su estreno y en las publicaciones en la cuenta oficial de Jota se puede leer lo satisfechas que se hallan las personas, tanto las que gustan del reguetón como las que prefieren otros géneros musicales.