Desde el lobby se creó una atmosfera en la que la búsqueda existencial distinguió cada escena teatral. Emociones, sentimientos encontrados, lagrimas unidas con un trabajo musical y gráfico cuidadosos se unieron en función de un mensaje único: el valor de la vida a pesar de la dureza de ella.
El homenaje a Nirvana se une a esta idea del Poyecto Lucas de rememorar clásicos del rock vistos desde la perspectiva y el cubanos.